Tomada en 1939, podemos observar dos bellas máquinas de diseño inconfudible: en primer plano, un Volkswagen KdF descapotable (techo de lona) y tras él ocupando todo el espacio, el impresionate avión de transporte Junkers JU-52. Ambos, ante la atenta mirada de miembros de las SS…
Nos guste o no, es parte de su pasado.
Curiosamente, estas máquinas comparten una misma característica: sus motores están refrigerados por aire.
El Junkers, con tres motores BMW de tipo radial de 715 cv cada uno, era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 265 km/h, siendo su crucero de 210 km/h.
El KdF, con su único motor bóxer se conformaba con 24 cv para situar su velocidad máxima en 100 km/h que gracias a los desarrollos del cambio y un régimen de revoluciones tranquilo coincidía con su crucero teórico para circular por las nuevas autobahn