Curiosidades de la historia del motor. En los 50’s la antigua Unión Soviética (U.R.S.S.) decidió sacar al mercado interno un scooter que copiaba descaradamente a la célebre Vespa 150 GS italiana. Así, tal cual, sin autorización. Estamos hablando de la Vyatka VP 150 (Вятка). Otra curiosidad digna de mencionar es que la empresa originalmente fue creada en los 40’s por el Ministerio de Defensa para fabricar ametralladoras pero tras la 2ªGM su producción se desvió hacia patines sobre hielo, trampas para animales, tijeras para esquilar ovejas y gramófonos.
Tras la muerte de Stalin y la llegada al poder de Khrushchev se incentivó la producción de automóviles y motocicletas para uso privado. El tiempo jugaba en contra para cumplir los plazos así que la empresa Vyatka decidió «clonar» una Vespa. En verano de 1956 era presentada oficialmente la nueva Vyatka 150, el mismo año que se producía la unidad un millón de la Vespa original. La prensa occidental se hizo eco de la noticia y Piaggio no dudó en demandar al Gobierno Soviético por plagio. Sin embargo, no surtió efecto pues sus patentes no estaban reconocidas en la URSS.
Una de las principales diferencias es que la versión soviética empleaba una chapa más gruesa y equipaba ruedas más anchas para sortear las carreteras en mal estado. Pronto alcanzaría gran popularidad.
En 1966 se fabricó la unidad 290.467 para ser sustituida por el nuevo modelo V 150 M. Éste se alejaba por completo de la estética de la Vespa y a nivel técnico también al colocar el motor en posición central y emplear un chasis tubular (en ese aspecto, más cercano al concepto de la Lambretta).