Si en la primera parte hablábamos sobre el ambiente del exterior del pabellón durante la 17ª Feria del Vehículo Clásico de Oviedo (Asturias) damos paso ahora al capítulo dedicado al interior del recinto. Como ya había mencionado, en esta ocasión la entrada quedaba establecida en 6 euros, un precio que sin ser del todo «popular» si al menos asequible para la mayoría de los bolsillos. Quizás para los que ya llevamos asistiendo durante ediciones pasadas esperásemos más, pero puede decirse que la Feria cumplió con su cometido, con bastante variedad de vehículos, algunos de muy alto nivel aunque hay voces críticas que reclamaban algo más de presencia con palmarés «racing». Sobre los recambistas y expositores, en mi caso no me fui con las manos vacías, pero una vez más, lo más abundante son las empresas dedicadas a las marcas nacionales aunque también se contó con la presencia de comerciantes venidos de Francia y el Reino Unido.
Una de las principales estrellas de este año era este prototipo en proceso de restauración de Matra Murena 4×4
Mención especial a los 600 recarrozados por Serra: un Corver 1964
y un coupé fabricado por encargo en 1958
Las furgonetas Siata fueron muy populares, aún recuerdo verlas circular siendo niño, pero las pick-up fueron mucho más raras. Se dice que solo se conservan dos ejemplares en la actualidad.
Única representación Volkswagen ¡y que VW! nada menos que un Karmann Ghia primera serie de 1958
Majestuoso Rolls Royce Phantom II de 1932
Uno de los pocos modelos Ferrari con cuatro plazas: 400i
Cadillac Lasalle serie 50 de 1934-38
Famoso por ser uno de los grandes fracasos de la Historia del automóvil: el Ford Edsel
Recreación del coqueto Renault 4 Parisienne
Hotchkiss 1950
Ocho cilindros… en línea
Hudson Terraplane 1936
Buena representación sobre dos ruedas
Un mar de recambios