Si bien hasta ahora, durante nuestra primera experiencia viajera nos conformamos con una caja textil adaptada para ocultar el poco estético WC químico dentro de la furgo, llegado el momento nos decidimos a realizar un mueble para este elemento inspirándonos directamente en la caja-taburete original de Westfalia para T2. Cabe decir que una réplica actual del modelo Westfalia Berlin se vende por más de 420 € así que la idea de fabricarse uno propio, por su relativa simpleza, es más que factible.
En nuestro caso tomamos de referencia las dimensiones del potti Thetford Qube 145 para consegir un cajón de medidas finales 45×41,5×31,5 cm (largoxanchoxalto) con una tapa de otros 7 cm de altura. Como existen diferentes medidas de potti, debe tenerse en cuenta el dejar la holgura suficiente para poder meter las manos para su cómoda extracción pues una vez con todos sus líquidos su peso lo hace engorroso de manipular. Además de ésto, una tapa con mayor altura también nos permitirá alojar toallas u otros bártulos.
Aunque el modelo original emplea aglomerado de bastante grosor, elegimos otro material: madera de contrachapado de 10 mm de espesor. Es más caro que el aglomerado pero también es más resistente por lo que permite menores grosores y mayor ligereza.
Si no se dispone de espacio ni herramienta (una simple sierra de calar) para cortar las maderas a medida siempre cabe la posibilidad de encargar este trabajo a un carpintero profesional. Por ejemplo, el cepillado para igualar los bordes fue realizado en una carpintería del barrio. El ensamblaje posterior de todos los elementos puede realizarse sin problemas en casa.
Antes de realizar directamente el agujero que da acceso a la manilla de la trampilla, probamos en un cartón para asegurarse que coincide en el punto exacto…
Una vez comprobado, empleamos este cartón como plantilla
Taladro, sierra de calar y pulso. Repasamos las aristas e imperfecciones con una escofina
Presentamos todas las tablas para confirmar.
Ya sólo queda ensamblarlo todo. Primero con cola de PVC para madera
Y tornillos autorroscantes (tirafondos)
Para hacer la estructura más resistente, decidimos instalar unos pequeños angulares por el interior
Ya montado y con la cola seca, toca barnizar. Una protección fundamental ya que agua y productos químicos pueden entrar en contacto con el mueble . Elegimos una gama «ecológica», sin disolventes, para trabajar sin problemas respiratorios en casa (padecemos alergia) además de ser más fácil de limpiar los utensilios (al agua). Se aplicó con un pequeño rodillo de manualidades un total de tres manos.
Para darle un mejor acabado, colocamos unas esquineras de PVC en imitación madera, que además protegerá de roces y golpes. Donde irá la bisagra no hace falta.
La tapa se tapizó tanto por estética como por su doble función de taburete ocasional… Primero aplicamos un poco de cola de PVC para madera
Y colocamos la espuma, de 20 mm de grosor y densidad media.
Aseguramos los bordes con grapas. La grapadora de tapizar es un modelo básico que no es la primera vez que utilizamos y nos sorprende por su efectividad… ya que nos costó menos de tres euros (si no somos profesionales y para trabajos ocasionales, a veces no hace falta gastarse un dineral en herramientas)
Grapamos la tela en un borde por el interior y vamos tensando.
Además de grapas, también se encolan los bordes
Toca poner la bisagra. Es de tipo piano y se cortó a medida.
Una vez atornilladas ambas partes y comprobar que la tapa encaja y oscila correctamente, colocamos un compás que hará de tope para sostenerla abierta y evitar que se desplace demasiado hacia atrás. Otra opción sería instalar una simple cadenita (si no me equivoco, es el sistema ofrecido en origen)
Tacos antideslizantes en la base.
El remate final y en este caso, idea propia. Tanto para facilitar su transporte y manipulación, como para ejercer como posibles elementos de anclaje en el interior de la furgoneta: unas asas flexibles. Típicas de maletines y accesorios musicales. Adquiridos a través de una popular web china.
En reposo quedan enrasados pero se despliegan para su uso
Y este sería el resultado final
El coste final no lo hemos calculado (ni falta que hace). Lo más caro de todo es sin duda la madera (unos 30 € aprox. por un tablero de 240x122x1 cm) y el resto de materiales, accesorios y productos se pueden adquirir fácilmente en cualquier establecimiento del ramo, ya sea la ferretería del barrio como un gran centro de bricolage. Tan sólo las asas no me fueron posible encontrarlas en tienda física.