Hay quien sostiene que no se debe regresar allí donde uno fue feliz. Una frase que suele aplicarse para evitar llevar desilusiones al regresar a aquellos rincones de la infancia que con el paso del tiempo ya no son tal como uno recordaba. Nada más lejos de la realidad. Si hay un sitio que marcó profundamente mi infancia y al que posiblemente le debo gran parte de lo que soy , ese es Somiedo. Allí llegué a mediados de los 80’s del pasado siglo, años antes de que fuera declarado Parque Natural y durante una larga temporada fui visitante habitual ya fuera en primavera , verano otoño e invierno. Pasó el tiempo y atrás quedó aquella tan añorada época. Hasta que decidimos redescubrirlo de nuevo en 2012 y luego en 2016.
En esta ocasión decidimos ir con el Escarabajo (mucho mejor para subir los repechos escarpados de la carretera de acceso al pueblo del Valle de Lago) y alojarnos en el Hotel Somiedo. Como ya explicamos en otros post, Somiedo ha sufrido una reconversión como destino turístico por lo que cuenta con alojamientos de todo tipo (camping, hoteles rurales, casas rurales y apartamentos) pero sigue manteniendo parte de su esencia ganadera original.
Sin muchas pretensiones y precio ajustado, lo mejor sin duda ha sido el trato recibido por sus responsables. Situación envidiable en pleno Valle de Lago, a 1.250 m de altitud, no se puede pedir más.
Una de las vistas durante la primera ruta que hicimos a nuestra llegada.
Teito: cabaña de pastores típica de la zona
Existen muchas más rutas, como los Lagos de Saliencia , Camín de La Mesa o cualquiera de sus múltiples brañas, pero la ruta estrella de Somiedo es aquella que lleva hasta el Lago del Valle. Es bastante sencilla y se puede realizar en hora y media. Una vez más repetimos experiencia pero posiblemente en futuras ocasiones nos lancemos a realizar alguna de las que el Parque Natural nos ofrece.
Ejemplo de reciclaje; el capó de un SEAT 127 como tejadillo de un bebedero para ganado
Un reciente desprendimiento avisa de lo impredecible de la naturaleza
6 km por delante y un desnivel de 300 m en su final
¡Este cartel ya es un clásico!
Asturiana de los Valles, raza autóctona famosa por la calidad de su carne y su leche rica en grasa.
Llegada a nuestro destino, a 1.550 m
El Lago del Valle con 22 Ha es el lago de mayor superficie del Principado de Asturias
Un quebrantahuesos. El Parque Natural de Somiedo es rico en fauna y flora, con presencia de osos y lobos.
Para recobrar fuerzas nada mejor que degustar cualquiera de los productos de la tierra. Por ejemplo, en Casa Cobrana puede decirse que hemos comido uno de los mejores cachopos de Asturias, por no hablar de sus embutidos, quesos tradicionales, etc… (¡abstenerse urbanitas vegetarianos!)
Tras dos días, las vacaciones se agotaban, tocaba la vuelta a la rutina pero nos fuimos con la promesa de regresar… una vez más.